Opinión

Supremacía Electoral en la República Dominicana, 2000-2023

Este artículo es producto de un análisis e investigación en la web de los partidos políticos dominicana para verificar y contactar el avance que el pueblo dominicano ha adquirido a través de las administraciones de los partidos que la han gobernado.

Desde fines de la Guerra Fría a la actualidad América Latina ha venido experimentando sacudidas muy violentas en lo que se refiere a la definición de sus objetivos e intereses regionales.

En América Latina y el Caribe está aún muy arraigada la idea de que las empresas deben dedicarse exclusivamente a las actividades económicas, mientras que el Estado, las organizaciones no gubernamentales o la Iglesia son las instituciones encargadas del bienestar social.

De esta manera, los cambios de gobierno que tuvieron lugar tanto en Argentina como en Brasil y Perú, el desmembramiento de la democracia venezolana, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, el avance de ideas proteccionistas y anti-globalizadoras que hicieron mella en Europa, el Brexit o el sostenido ascenso China y Asia Pacífico, se combinan como factores de alta incidencia en el tablero mundial y se traducen en procesos de cambio y replanteamiento de antiguas perspectivas.

 Todo ello impacta, sin lugar a dudas, en las dinámicas regionales.

Se conoce como coalición política, alianza política, frente político o bloque político al pacto entre dos o más partidos políticos, normalmente de ideas afines, para gobernar un país, una región u otra entidad administrativa.

El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) ha oscilado entre la debacle gubernamental y las luchas intra-partidarias, y ha mostrado serias dificultades desde 2004 para avanzar hacia el establecimiento de estructuras fluidas que faciliten su colocación favorable en el electorado dominicano, aunque mantiene un significativo voto duro.

El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) post-Balaguer ha mostrado una fuerte tendencia a las pugnas y los desmembramientos, con incapacidad de articular una dirección partidaria efectiva, y encontrar líderes políticos con capacidad de atraer un segmento importante del electorado para ganar elecciones. Su dinámica desde el 2004 ha sido el desmembramiento y las alianzas con el PRD o el PLD.

Por efecto de estas dinámicas, se ha producido un realineamiento electoral en el sistema político dominicano, que ha impactado el sistema de partidos. El PLD ha fortalecido su posición de partido mayoritario, mientras el PRSC ha sufrido un desplome en apoyo electoral. El PRD se ha mantenido como una fuerza electoral significativa, a pesar de sus derrotas en las elecciones presidenciales de 2004 y 2008, y en las congresionales-municipales de 2006 y 2010.

Como resultado, el sistema político-partidario dominicano opera nuevamente en un bipartidismo, ahora con el PLD y el PRD como fuerzas principales; pero sin que se produzca una real bipolaridad sustentada en ideas que marquen una diferenciación en la orientación política.

 demás, el sistema de alianzas electorales gira en torno a un conjunto de partidos minoritarios que tienen como objetivo fundamental acceder al poder, y por tanto, el partido de gobierno, o el que se perfile con grandes posibilidades de llegar al poder, se beneficia del apoyo de esos partidos que buscan beneficios estatales.

Son partidos minúsculos y sin posibilidades de crecimiento, pero que en una bipolaridad partidaria, donde ninguno de los dos partidos principales es hegemónico, juegan un papel importante en el balance final de las elecciones.

A principios de los años 1990, el proceso de democratización demandaba institucionalidad y alternancia, pero Balaguer insistía en permanecer en el poder. Por otro lado, el surgimiento de un sistema tripartidista demandaba reformas electorales que respondieran a la nueva realidad partidaria. La crisis electoral de 1994 sirvió de catalítico para los cambios. La reforma constitucional de 1994, realizada al vapor y con los intereses partidarios al frente de la agenda política, transformó el sistema electoral dominicano.

Treinta y tres años después de estas medidas, tenemos que la disposición sobre la reelección ha cambiado dos veces: en el año 2002 se estableció la reelección consecutiva sólo por un período, y en la reforma constitucional de 2010 se volvió al modelo de 1994 de reelección no consecutiva. Esta última reforma constitucional también eliminó la separación de elecciones para el 2016, restableciéndose para el 2020, sólo para el nivel municipal a tres meses de diferencia de las presidenciales y legislativas. Y de no recurrir a la doble vuelta se ha encargado el electorado dominicano; sólo en 1996 hubo que realizarla.

Desde la creación del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que es un partido político de la República Dominicana, de tendencia centroizquierda fundado en el año 1973 por Juan Bosch.

Las elecciones presidenciales del año 2000 fueron ganadas por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que obtuvo en total el 49.89% de los votos, el Partido de la Liberación Dominicana obtuvo el 24.9% de los votos y el Partido Reformista Social Cristiano el 24.6%. No obstante, el Partido de la Liberación Dominicana decidió aceptar la derrota electoral y evitar un escenario de segunda vuelta electoral.

En las elecciones celebradas el 16 de mayo de 2004, las cuales estuvieron marcada por una gran crisis económica que estalló en el país durante el gobierno del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) llevó como candidato a la presidencia al doctor Leonel Fernández y al doctor Rafael Alburquerque como candidato a la vicepresidencia, en las que obtuvo junto a fuerzas políticas aliadas, el 57.11% de los votos emitidos.

Para las elecciones presidenciales celebradas el 16 de mayo de 2008, luego de lograr un periodo de estabilidad macroeconómica y de superación de incertidumbre económica previa, el Partido de la Liberación Dominicana volvió a ganar las elecciones presidenciales de ese año, en las que obtuvo el 53.5% de los votos emitidos.

Al llegar al año 2012, el Partido de la Liberación Dominicana, seleccionó al licenciado Danilo Medina como candidato a la presidencia y a la doctora Margarita Cedeño como candidata a la vicepresidencia. En las elecciones celebradas ese año, el PLD junto a otras organizaciones políticas que concurrieron aliadas, obtuvo el 51.21% de la votación.

Entre el 2012 y 2016, fue un periodo de auge económico, lo que impactó en la reducción de la pobreza y el crecimiento de la clase media; el país mostró un excelente desempeño económico, logró crecer en forma importante con estabilidad de precio y estabilidad de su moneda. Por igual, se dio respuesta a reclamos sociales y se honró el compromiso de mayor asignación presupuestaria a la educación.

En las elecciones presidenciales del 2016, el Partido de la Liberación Dominicana, volvió a ganar las elecciones presidenciales, en las que alcanzó un 61.74% de los votos, resultando ser la más alta votación lograda en elecciones democráticas y competitivas. Sin embargo, a Danilo Medina le tocó gobernar el país con un partido PLD dividido.

El entonces presidente del partido, Leonel Fernández, aspiraba y entendía que merecía y le tocaba volver a ser candidato presidencial de la organización para las elecciones siguientes del año 2020. Trabajó esa pretensión durante cuatro años, dejando claro que prefería dividir al PLD si no se le concedía la candidatura presidencial. Institucionalmente, el PLD dejó de funcionar como partido, pues sus órganos de dirección bajo la presidencia de su entonces presidente Leonel Fernández no se convocaban.

Luego de las elecciones primarias del partido en octubre de 2019, en la que resultó siendo elegido Gonzalo Castillo como el candidato presidencial de esa organización para los comicios del 2020, el presidente de la organización política Leonel Fernández, renunció del partido.

Posteriormente en las elecciones generales de 2020 fue derrotado por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), el cual se consagró como la principal fuerza opositora política del país, debilitando la fuerza del PLD. Sin embargo, quedó claro el bipartidismo existente entre el PRM y el PLD. De manera individual ambos partidos lograron acumular el 81.67% de la votación (48,7% el PRM y 32.97% el PLD). La denominada Fuerza del Pueblo, obtuvo el 5.7%, el PRD obtuvo el 2.38% y el PRSC, el 1.80%.

En el año 2006 y en pleno comienzo del auge político que los mantendría por 16 años ininterrumpidos al frente del Poder Ejecutivo, la dirigencia mayor del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) puso en funcionamiento el denominado “Bloque Progresista” para lograr mantenerse en esa privilegiada posición.

Ese “Bloque Progresista” ayudaría al PLD a ganar los torneos electorales celebrados en 2006 (municipales y congresuales), 2008 (presidenciales), 2010 (municipales y congresuales), 2012 (presidenciales) y 2016 (en todos los niveles electorales); precisamente en ese 2016, cuando el exmandatario Danilo Medina ganó las elecciones con porcentaje por encima del 61%, esa coalición llegó a conseguir que otros 13 partidos (incluyendo el PRD) compartieran la propuesta presidencial presentada por el partido de la estrella amarilla.

Sin embargo, luego de las primarias del pasado 6 de octubre del 2019, en las que ese partido sufrió su mayor división política en su historia y el expresidente Leonel Fernández se llevara varios aliados consigo, ese “Bloque Progresista” se vio reducido a solo otros ocho partidos colocando el rostro de Gonzalo Castillo, el candidato presidencial para las elecciones del 2020, en sus casillas para la contienda presidencial realizada en julio de ese año.

A partir de las elecciones del 2020 que salió derrotado el PLD, y emerge el PRM con el slogan del cambio, el PLD siguió las líneas del IX congreso Dr. José Bido Medina (Chichi) Barahonero, dando finalización con la renovación de nuevas figuras políticas del PLD, el ascenso a las diferentes direcciones orgánicas del PLD de jóvenes notables, fieles a los lineamientos partidarios, trabajadores con larga carrera política al PLD, escogió a su candidato presidencial en 16 octubre del año 2022 resultando electo el ABEL MARTINEZ DURAN, un joven con larga militancia política, con dilatada experiencia de estado, dentro de los tres poderes (Judiciales, Congresuales y Municipales) obtenido calificaciones excelentes y alta  en el cumpliendo de sus funciones de manea ética, eficiente y honorable.

El PLD ha sido el partido de las grandes alianzas en favor del pueblo dominicano, ahora con esta gran alianzas de Los partidos Revolucionario Dominicano (PRD); de la Liberación Dominicana (PLD), del expresidente Danilo Medina y el Candidato Abel Martinez; y Fuerza del Pueblo, del exmandatario Leonel Fernández; firmaron una alianza opositora en los niveles municipal, legislativo y presidencial para concurrir juntos en las elecciones del 2024.

Con esta alianza una vez más el PLD es el abanderado de los acuerdos para obtener el triunfo mayoritario en primera vuelta de los sectores que siempre han traído al pueblo progreso, paz y sosiego.

En los próximos días veremos en las calles del país los tricolores Morados, Verdes y Blancos para rescatar a la republica dominicana del caos y el atraso en que lo tiene el PRM durante este largos 3 años.

Por: Wagner Piñeyro

Fuente: El Fogon Barahonero

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