Retorno al lujo sobrio y a las prendas cálidas en la pasarela de Milán
Colores, cortes, conceptos: esta es una revisión de las tendencias de la fashion week milanesa
El retorno a la lujo sobrio y a las prendas cálidas, incluso invernales, en apariencia poco compatibles con el calentamiento climático, serán los hilos conductores de la moda italiana como tendencias de la temporada 2024.
Colores, cortes, conceptos: esta es una revisión de las tendencias de la fashion week milanesa.
El lujo sobrio. Esta es la expresión que resume la tendencia de fondo de esta temporada, ya ampliamente planteada después del Covid y la idea del «decrecimiento»: el bling y el maximalismo dejan el lugar a una discreción que se quiere intemporal.
Y como los inversionistas necesitan seguridad, los podios retornan a lo fundamental. Es el caso de Gucci, que dio un paso radical de la excentricidad de Alessandro Michele a la elegancia de Sabato De Sarno, quien da prioridad a la calidad de las materias, al corte.
En Fendi, Kim Jones privilegió la comodidad y la confianza tranquila, faldas hasta la rodilla en seda o tejidas, cardigans y pequeños guantes retro.
La misma tendencia se presenta en Ferragamo, Max Mara y Tod’s. «Vi mucha normalidad, y la búsqueda en los podios. Lo que vemos hoy en la moda y en los desfiles me hace pensar que por fin se ha comprendido lo que proclamo desde hace años», señaló Giorgio Armani, a la salida de su desfile, que cerró la semana.
El cuero
Las casas italianas quieren que se lleve cuero. En pantalón plisados de Fendi o en ante con Roberto Cavalli, en faldas abiertas hasta la rodilla o la entrepierna, en micro shorts en el caso de Gucci. La casa declina también en barniz o en impresiones tipo cocodrilo o algunas piezas en serpiente pitón.
En su colección para Bottega Veneta, Matthieu Blazy no tuvo miedo a tejer el cuero, retorcerlo, plegarlo, atarlo, perforarlo hasta crear la ilusión de que se trata de un tejido.
En Prada el cuero se envejece, estilo motociclista, adornado con perlas y strass en una falda. En Tod’s se usan casi todos los looks, lo que es lógico para una casa famosa por sus zapatos en cuero.
Abrigos y prendas cálidas
Les colecciones presentadas en Milán parecían plantearse una primavera-verano más o menos fresca: aunque la temporada mediana por principio prevé la lana pequeña y el saco, también había con que cubrirse más con grandes abrigos de lana de espiga en Bottega Veneta, tejidos de la cabeza a los pies y gorros de lana para Moschino.
Había igualmente trenchs en el caso de Dolce&Gabbana y piel, presente en Fendi. Estilo «salida de la oficina» en Boss, que va de la chaqueta hinchada al abrigo de cachemir y del bomber al chaquetón.
Algunas casas se posicionaron al otro lado del espectro: calzones (directamente ropa interior en Dolce&Gabbana), brasieres, pequeños vestidos ligeros (en Versace).
El verde en todos sus estados
Aunque la paleta de colores es sobria, de negro a gris, de blanco al beige, los diseñadores tuvieron cada uno sus versiones de un verde que despertaba los looks.
Casi lima en un largo saco con franjas de Gucci. En Tod’s, se trató de un conjunto de camiseta-falda hasta las rodillas. Max Mara lo hizo pasar de verde esmeralda a verde gris para terminar en un kaki militar, color perfecto a veces para combinaciones de shorts o pantalón con cinturón. Giorgio Armani lo prefiere acuático, proponiendo un verde agua que chispea.
Belleza velada
La tendencia es a la transparencia, pero tampoco hasta el extremo. En Prada, el nylon, marca de la casa, está trabajado para volverse flexible, dando a los trajes sin mangas en colores pastel un efecto vaporoso.
Cavalli se aplica con entusiasmo con vestidos transparentes ricos en volantes, adornados con plumas, motivos vegetales o bolitas.
En Dolce&Gabbana, los trenchs negros cubren apenas la ropa interior. El velo blanco de la casada se sobrepone a un coqueto corpiño.
A Giorgio Armani no le importan las transparencias con largas faldas en tul, y superposiciones de organza en pantalones.
En Missoni, el motivo geométrico preferido por la marca se borra para ir hacia una transparencia que se adhiere a los cuerpos, y los tops en tul se enriquecen con volantes.
Fuente: AFP
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