Regreso a clases 2024 con fallas estructurales que permean la calidad educativa nacional
RD cuenta con un programa educativo obsoleto, mutante, salpicado de fallas, sin botiquines ni primeros auxilios en centros educativos, sin bibliotecas de aulas ni talleristas para jornada extendida, ¿en qué invierten el 4%?
A la clase, que ya es hora de iniciar nuestra labor! En qué y cuáles condiciones ¿Hacia dónde se dirige el sistema educativo nacional? Es difícil de explicar.
La falta de todo, hasta de atención a pequeños accidentes, si así puede llamarse a la falta de atención primaria en cuanto a salud se refiere ante cualquier eventualidad, estudiantes agredidos, otros accidentados por pura casualidad, componen parte de la falta en miles de escuelas, centros educativos, politécnicos y otros centros dentro del sistema escolar nacional. Es un asunto que mueve a preocupación social.
No existe una cultura sanitaria en la educación nacional, que debería ir de la mano con el sistema integral de educación.
Por increíble que parezca
La primera palabra que surge es ¡patético e insólito!, S.H. una pequeña de diez años, asmática, juega tranquila durante el recreo. Está distraída, hablando con su compañera de clases. En un momento dado, una pelota choca contra su cabeza, cae en el pavimento del patio y comienza una crisis de asma.
El “juye, juye”, los gritos, la niña está convulsionando. Al fin, aparece un profesor que, en medio del escándalo, vocea: “llamen al 911, al 911! el golpe le provoca sangramiento en la oreja izquierda, y casi no puede respirar.
Al fin, un alumno llama desde su teléfono móvil a la unidad de emergencias. La turbación, el desconcierto, y la niña continúa en el pavimento, con el profesor tratando de mantener en alto su cabeza. Al cabo de diez minutos, llega la ambulancia y la llevan al centro hospitalario más cercano, el hospital materno-infantil San Lorenzo de Los Mina, ubicado en la avenida San Vicente de Paul, en este populoso sector de Santo Domingo Este.
Todavía se espera un diagnóstico definitivo, y la niña no pudo continuar los estudios. No quisieron aceptarla por su condición de salud, ya que la menor fue referida al hospital infantil Robert Reid Cabral, por su estado crítico.
¡Bam, Bam, Bam! Resuenan los bombos y los platillos
El 14 de enero del año que transcurre, el Gobierno anunció, con bombos y platillos, el relanzamiento del Programa de Salud Escolar con la incorporación de asistencia médica en las escuelas, a la fecha, no se ha visto un solo resultado positivo del anuncio oficial, realizado en la persona de la vicepresidenta Raquel Peña.
“La vicemandataria realizó el anuncio al concluir una reunión con el ministro de Educación, Ángel Hernández, el viceministro de Salud Colectiva, Eladio Pérez, y una delegación del Colegio Médico Dominicano (CMD), encabezada por su presidente, Waldo Ariel Suero”, según información publicada en el portal web de la Presidencia.
Jugar con la palabra de la segunda al mando en el Estado, una mujer de armas tomar, es peligroso. ¿A qué se juega o apuesta? No lo sabemos. Lo cierto es que la fase primaria de este proyecto gubernamental, anunciado por primera vez, el 23 de septiembre de 2023, ha sido ¿relanzada? ¿O no iniciada? Tampoco lo sabemos.
Las informaciones escasean, como siempre, y todo se mantiene en un misterio, por lo menos en lo que al Ministerio de Salud Pública se refiere. El de Educación es un poco más abierto, pero igual, sin aterrizar en la realidad circundante.
Engranajes que faltan colocan una retranca a la educación nacional
¡Cómo me dan pena los abandonados! Educación, salud. Salud, educación[CF1] , ejes fundamentales que potencian el desarrollo económico, social y político, además del crecimiento personal de cada ciudadano, están de capa caída en República Dominicana. Es un problema ancestral enquistado en el ombligo social.
La falta de botiquines y personal de primeros auxilios en los centros educativos, es un problema que viene de lejos, pero todo el mundo hace oídos sordos, y vista de ciegos a esta realidad. Los casos son numerosos, desde agresión personal, riñas entre estudiantes, sin dejar de lado el “bulling” –burla y escarnio– que sufren miles de niñas que en mitad de una clase ven aparecer su primera menstruación.
Otra falla en la estructura de educación radica en la falta de profesores especializados en disciplinas deportivas, que también debería ir de la mano con la educación integral nacional.
Con razón el país se encuentra a años luz de otras naciones, a pesar del crecimiento económico sostenido que ha experimentado en los últimos cuatro años. La educación debería ser el elemento fundamental en estos próximos cuatro años, sin nuevo plan decenal, sin dobleces, simplemente una educación de calidad que coloque a la nación por nuevos derroteros. Esa es una reforma prioritaria y más que necesaria, urgente.
Del lado gubernamental
Las preguntas van y vienen, pero las respuestas de parte de las autoridades competentes, siempre son aéreas, nadie aterriza en ningún lugar. A este respecto, dirigimos una serie de preguntas a Ancell Scheker, viceministra de asuntos Técnicos y Pedagógicos del Ministerio de Educación de la República Dominicana, sobre la falta de atención primaria en salud y falta de botiquines en las escuelas pública y esta fue su respuesta.
“Los centros educativos y distritos reciben transferencias de fondos a ser utilizados a través de la junta de centro o distrito. Esos fondos se pueden utilizar para la compra de botiquines de primeros auxilios. Muchos centros educativos han adquirido así su botiquín. También se realizan cursos de primeros auxilios tanto al personal como con estudiantes”.
Añade que, desde el año pasado, el Ministerio de Educación “adquirió un seguro para estudiantes (Seguros Banreservas) para cubrir accidentes personales ocurridos en el centro educativo. Esta póliza cubre gastos médicos, indemnización, entre otros”.
Sin embargo, en cinco escuelas primarias, politécnicos y centros educativos, visitados por Panorama, las respuestas siempre fueron las mismas. “Aquí no hay botiquines, si sucede un accidente o un problema que requiere asistencia médica, se llama al 911 y luego se informa a los padres”.
Situación desalentadora
Y precisamente el panorama que se dibuja no es muy alentador. Escuela Primaria Gral. Gregorio Luperón, localizada en el corazón de Villa Faro, Santo Domingo Este, en esta escuela la información ofrecida da vergüenza, “asisten a clases más de cinco mil estudiantes, no tenemos botiquín porque está prohibido por el Ministerio”,
¿Cuál de los dos será, Educación o Salud Pública? Es la pregunta que llega a la cabeza. Son parcos en ofrecer información. “Tenemos unas cuantas curitas, alcohol, y a veces mentol, que traen los padres y tutores. Si el niño es muy inquieto, recomendamos que se sacrifiquen y lo inscriban en un centro privado”, una solución que eriza los pelos por la manera en que se expresa, con total indiferencia.
En la Escuela Primaria Gabriela Mistral, ubicada en la calle Manuel Sicrí a esquina avenida Camino Real, en Ciudad Juan Bosch dicen: “No tenemos botiquín, y dispensario médico, menos, si sucede algo, llamamos al 911 y se traslada al alumno al hospital, después llamamos a los padres”. Y en lo que el hacha va y viene, la desprotección escolar es la norma y regla casi general.
Lo mismo en el Politécnico Evangelina Santos de Bergés, en la avenida La Gaviota, también en Ciudad Juan Bosch, Escuela Primaria República de Honduras, en la Albert Thomas a esquina Juan Evangelista Jiménez, en el sector de María Auxiliadora, a una esquina de la Ciudad Sanitaria Dr. Luis Eduardo Aybar (antiguo Morgan) y finalmente, la escuela República de Haití, localizada en el ensanche Luperón.
Para que no haya lugar a resabios y no quepa duda, la respuesta del Ministerio de Salud Pública sobre el tema, es bastante reveladora. En comunicación enviada el 22 de julio por la Oficina de Libre Acceso a la Información Pública a esta redactora sobre los dispensarios y personal médico en escuelas, centros educativos y politécnicos del sector público, respondió:
“La Dirección de Habilitación de Servicios y Establecimientos de Salud (en lo adelante DHSES»), es la responsable de la regulación de las instituciones y servicios de salud públicos y privados, con el fin de que los mismos posean las condiciones mínimas y particulares en cuanto a sus recursos físicos, humanos, estructurales y de funcionamiento. En ese sentido, entre los establecimientos y servicios de salud que la DHSES evalúa y aprueba, están incluidos los dispensarios médicos. En cuanto a la cantidad de centros educativos que tienen dispensarios médicos, no tenemos registros en nuestro sistema interno”. No más preguntas magistrado.
Fallas estructurales endémicas y epidémicas en la educación dominicana
El sistema educativo nacional adolece de serias y severas fallas en su estructura integral y general. Desde los cajones mal construidos que conforman las escuelas –más bien parecen cárceles–, hasta la intrusión de los políticos en cada gobierno, ha dado por resultado un programa educativo obsoleto, mutante, salpicado de fallas técnicas que se traducen en mala calidad de la educación.
Falta de talleristas adecuados, bien formados y entrenados para la jornada escolar extendida, muy pocos centros educativos cuentan con bibliotecas en el aula, lo que constituye una retranca para lograr, por lo menos, cierto nivel de esperanza y fortalecimiento en un sistema que se apega más a la cultura del “copy page” en internet, y no de crear un alumnado capaz, eficiente y con criterio.
A este asunto tan espinoso se refiere el profesor Miguel Ángel Fernández, quien, desde una óptica muy particular considera que el sistema de educación en República Dominicana “va de capa caída por los cambios que cada cuatro años se realizan a éste”.
Hablamos desde cambios en los programas decenales, que deberían hacerse de manera coordinada durante diez años –por eso es lo de decenal–, hasta la falta de personal docente, “paradocente”, es decir, ayudantes que deben servir para la seguridad y vigilancia, amén de las fallas e irregularidades que lo conforman, hasta llegar a la falta de orientación y auxilio en casos de emergencia particular y singular, que acontece diariamente en cualquier centro educativo del Estado.
Otra falla en la estructura de educación radica en la falta de profesores especializados en disciplinas deportivas, que también debería ir de la mano con la educación integral nacional.
Con razón el país se encuentra a años luz de otras naciones, a pesar del crecimiento económico sostenido que ha experimentado en los últimos cuatro años.
La educación debería ser el elemento fundamental en estos próximos cuatro años, sin nuevo plan decenal, sin dobleces, simplemente una educación de calidad que coloque a la nación por nuevos derroteros. Esa es una reforma prioritaria y más que necesaria, urgente.
Otro problema educativo
Déficit de profesores del nivel inicial, menores en edades entre 3 a 5 años, el sector estudiantil más necesitado y hasta ahora, más desprotegido. 363,369 estudiantes en esta etapa de inicio en la escuela, es el dato oficial de 2023, del Ministerio de Educación.
Un total de dos millones 587,965 alumnos inscritos a nivel nacional en cerca de 8 mil centros docentes públicos en el período 2023-2024, dan una idea a simple vista de la situación imperante. ¿Cuántos quedan fuera de las aulas? ¿A quienes se sacrifica para favorecer a otros? Lo cierto es que, si ponemos la lupa o quizá un telescopio sobre el sistema de educación nacional, las preguntas se duplicarían o un poco más.
El total de educandos del sistema, siempre de acuerdo al MINERD en el período 2023-2024 fue: 363,369 nivel inicial; 1,165,161 en primaria, 856,499 en secundaria y 202,936 en el subsistema de adultos. ¿A cuánto asciende dicha población en este nuevo año escolar 2024-2025?, habrá que esperar el inicio en agosto.
Estrategia Biblioteca en Aula
En las escuelas visitadas por Panorama se preguntó también sobre el programa o estrategia denominada Biblioteca en Aula y la respuesta fue igual, “se entregan libros, pero no existe una biblioteca”, entonces, ¿hacia dónde van o se dirigen?
Siempre de acuerdo a lo expuesto por la viceministra Scheker, “bibliotecas de aula es una estrategia importante y promovida en los centros educativos. En este año se han distribuido 226,074 libros para las bibliotecas de los centros educativos. Además, se entregaron el año pasado 1,401,862 libros de cuentos decodificables y nivelados para reforzar la lectura en las aulas del nivel primario (donación de USAID)”.
En este sentido, explica que “se han desarrollado fascículos para orientar al docente sobre el uso de bibliotecas y fomento de la lectura, tales como: Fascículo “Construcción de Espacios Lectores”; Fascículo “Escritura Creativa” y Fascículo “Transforma el Contenido de un Libro en Otro Igual”, “Leer es Crecer”, fascículo para el nivel primario y secundario. Además, existe un manual de organización y uso de bibliotecas.
¿Ha sido efectiva esta estrategia? No lo sabemos. De nuevo habrá que esperar el inicio del año escolar.
¿Dónde va el 4 por ciento para la educación? A la educación integral y sanitaria, definitivamente ¡no!
Un 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), destinado a mejorar la calidad de la educación nacional y elevar el nivel de vida del estudiantado, se ha malgastado y viajado por las cloacas de la corruptela, que en este renglón se destina a obras, mientras se descuida y abandona la atención básica primaria a nivel sanitario o de salud.
Sin educación y sin salud, no hay acceso a nuevas oportunidades. Años van, lustros pasan, décadas llegan y continúa la desidia y desigualdades en el nivel educativo entre la educación pública y la privada.
Las angustias se incuban, como bichos destructores, ante la falta de operatividad en ambas vías: salud-educación, educación-salud y en medio de la parafernalia imperante, miles de alumnos asisten, cual testigos mudos, al declive de un nivel educativo y sanitario que les permita crecer y reproducir modelos novedosos, aunque siempre surge la debida excepción a la regla.
Tampoco vamos lejos sin programas efectivos para la jornada escolar extendida. A este respecto, Miguel Ángel Fernández, externa su preocupación sobre el tema, considera que “es necesario contratar más personal para la tanda extendida, ya que un profesor o profesora con 8 horas de jornada escolar, no puede rendir lo suficiente para ofrecer educación de calidad”.
Agrega que, la falta de profesionales en áreas como los talleres que se imparten en esta jornada, se circunscriben a charlas y conferencias, obviando una parte esencial que es la preparación técnica, como un todo dentro de la jornada escolar extendida
¿Por quién doblan las campanas?
Por el estudiantado nacional, claro está que no, definitivamente. Aunque las perspectivas lucen y suenan esperanzadoras, la realidad pura y simple es que todavía no se llega a un punto de inflexión y reflexión común. Las conversaciones continúan, el presupuesto a asignar es una de las cuestiones más peliagudas del asunto. ¿Quién lo manejará? Ese es el quid del asunto.
Por lo demás, siempre de acuerdo a Scheker, con este programa “se pretende dar atención a los estudiantes desde un abordaje integral. Superar la visión de emergencias, de operativos puntuales, esporádicos y desarrollar una acción sistemática interministerial donde cada uno cumpliendo su rol garantiza el sano desarrollo, mejorar el entorno físico y psicosocial de la comunidad educativa con el fin de reducir los interferentes del aprendizaje. Este programa incorpora servicios de salud individual y colectiva para los estudiantes y la comunidad educativa y articula al centro educativo con la unidad de atención primaria de salud”.
Entendí muy poco del abordaje, pero nada, esperemos que no sea como el de los antiguos piratas que asolaron el Caribe. En el ínterin, la fecha de regreso a clases se acerca. Las discusiones de la mesa ejecutiva del programa de salud escolar continúan, los ajustes y desajustes van y vienen, y todavía no se tiene claro, la fecha en que arrancará definitivamente este proyecto, que, de ser bien guiado y mejor elaborado, rendiría un importante servicio a la comunidad educativa nacional.
En lo que el hacha va y viene, se quedan unas cuantas preguntas y respuestas en el tintero. ¿Cuál ministerio manejará el presupuesto del programa de salud escolar? ¿Se tendrán listos y a tiempo los medicamentos y otros accesorios de parte de PROMESE/CAL? ¿Qué papel juega en este ajedrez el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo? ¿Determinará las políticas a seguir? ¿Será el Ministerio de Educación el que lleve la batuta y la voz cantante? Habrá que esperar.
El momento no es de medias tintas, ni de empañetes a medias, la segunda al mando del Estado empeñó su palabra. Ahora por un quítame allá estas pajas se dará largas al asunto. Cosas de nuestro país y los enfrentamientos interinstitucionales. Todos quieren sobresalir, pero a costa de una población que navega en la incertidumbre, así, no se vale. Se necesita una educación integral, y una salud integral en el universo estudiantil nacional.
El tiempo corre, y se espera que la atención en salud escolar sea un eje puntual y coordinado entre las instituciones involucradas, para hacer valer el derecho y mandato constitucional: “Todo dominicano tiene derecho a la salud y a la educación”. Si falla uno, fallan todos. Y como siempre, el conglomerado estudiantil nacional ¿se convertirá en el “vellocino de oro” y se quede todo disperso en los aires de la burocracia gubernamental? Entonces, ¿en manos de quién está el pandero?
La queja es recurrente
Para la profesora Apolinaria Lantigua (Lala), como es conocida en su sector, hoy se encuentra jubilada, pero su preocupación sigue siendo la misma. ¿Hacia dónde se dirige la educación nacional? En palabras cortas, escuetas, presenta una situación preocupante.
“No hay suficientes aulas para albergar una población creciente de alumnos en todos los niveles”. Con relación a la atención primaria en salud, se encoge de hombros con impotencia visible, para referir: “Hace algunos años, en la escuela Domingo Savio –del sector Los Guandules–, había una botica y un dispensario médico en la escuela, pero todo se trasladó a otro lugar y ahora hay que comprar los medicamentos y pagar el servicio de salud”.
También se queja amargamente, de que, en los barrios marginados y áreas periféricas, en la tanda extendida, no se imparten talleres, pero mucho menos clases de artes, audiovisuales –la moda hoy en día–, pintura, arte visual, y mucho menos aprendizaje de profesiones que permitan al alumnado de estos sectores acceder al mercado laboral.
“Faltan clases de carpintería, ebanistería, tallado, de todo lo que los jóvenes, específicamente los de nivel medio y secundario, puedan aprender cuando salgan de la escuela. Todo el mundo no está preparado para ir a una universidad, pero el Ministerio de Educación se ha olvidado de este grupo importante y se dedica a otras cosas”, que mejor sería no entrar en detalles sobre el tema.
La queja también se extiende hasta el profesor Miguel Ángel Fernández, quien, amargamente dice que, desde hace décadas, “la educación nacional se ha dirigido de manera indirecta y otras no tanto, a la privatización, negando oportunidades a una mayoría del estudiantado del país”.
La privatización escolar inicia, precisamente, “con doña Ligia Amada Melo”, quien impuso en su momento, el antiguo método trujillista de educación. O haces lo que digo o estas fuera”. Modelo que, al parecer sigue imperando en otras vertientes, en una democracia plural y con derecho para todos los habitantes, pero la exclusión es la norma en todos los sentidos y áreas educativas.
¿Hacia dónde se dirige la educación nacional en este nuevo período? ¡Regreso a clases 2024! Qué responden los responsables de todo este tinglado que incluye de todo y para todos, cada quien que cargue con sus culpas, que ni del tiempo son y mucho menos de España. Habrá que sentarse en primera fila para ver el desenlace de este problema, en el que todos están incluidos. Familia, profesores, MINERD, MISAP y otras tantas entidades involucradas en el problema de las fallas y atenciones a los estudiantes.
Cuando llegue la hora de empezar la labor, las abejas harán la suya en la flor. Mientras, se espera con ansias este nuevo año escolar que también marca un segundo período presidencial envuelto en promesas de recuperación.
Fuente: PAnorama
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