Bukele: en el umbral de la legalidad y la legitimidad
Todo el mundo conoce o ha escuchado hablar del actual presidente de El Salvador Nayib Armando Bukele Ortez, ese presidente controversial y muy atípico en su forma de gobernar, que designó a sus ministros y funcionarios por la red social Twitter, que se hizo un selfie en el podio de las Naciones Unidas en el marco de la Asamblea General y que tiene como mejor carta de presentación, la lucha frontal en el combate a los grupos delincuenciales de su pais, conocidos popularmente como maras, entre estas se destacan la Mara Salvatrucha y la Mara 18, pero mi escrito no tiene nada que ver, con ponderar o no la labor gubernamental del Presidente Nayid Bukele, si no poner en contexto la legalidad o legitimidad de su posible repostulacion presidencial.
Como abogado y politólogo, no me he podido escapar a la discusión histórica de lo que es legal y lo que es legítimo y es en ese contexto que se encuentra el actual presidente de El Salvador de cara a seguir conduciendo los destinos de ese querido pais centroamericano.
La duración del cargo presidencial es de cinco años sin posibilidad de reelegirse de conformidad con lo dispuesto por la Constitución de El Salvador en su artículo 152 párrafo I, y aquí está claramente definido el aspecto legal.
Ahora bien, en los sistemas de gobiernos democráticos, hemos aprendido y heredado desde la Antigua Grecia, que en la democracia el poder emana del pueblo y es éste quien le da la legitimidad, en ese sentido, quiero que revisemos lo que dice el pueblo a traves de las encuestas.
En el muestreo más reciente realizado por el Centro de Investigaciones, Estudios Sociales y Económicos de Centro América (CIESCA) se encontró que nueve de cada 10 aprueban el trabajo del mandatario. Otro estudio realizado a pocos días de cerrar el cuarto año de su mandato, Bukele tiene el 91.78 por ciento de aprobación entre sus coterráneos. En otro trabajo de la firma Encuestadora Gallup mostraron que el apoyo deriva de su política para combatir a las maras o pandillas, y que ocho de cada 10 acogieron su trabajo, destacando además su gestión en la atención de la seguridad, la pandemia, la educación y la creación de fuentes de empleos, de aquí emana el otro aspecto referido, que es el de la legitimidad.
Es por ello que decimos, que la principal diferencia entre legal y legítimo es que legalidad hace referencia a algo que se encuentra bajo una realidad concreta, como decimos los abogados: positivisado, mientras que legítimo es algo que tiene trascendencia más allá de lo legal.
Un poder es legítimo cuando tiene la potestad de mandar y de ser obedecido, para esa legitimación, el poder tiene que cumplir un conjunto de reglas y de procedimientos, así como atravesar una serie de instancias que lo dotarán de autoridad ante sus gobernados.
No quiero fijar una posición al respecto, quiero mantenerme en el ámbito del debate meramente académico y dejarles a los lectores de este artículo la conclusión, sobre si la posible repostulacion presidencial del Presidente Bukele es legal o legitima, sea usted el jurado.
Por: Elic Fernández Carrera*
*El autor es abogado, politólogo, diplomático e internacionalista.
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