EE. UU. lanza la bomba GBU-57 en Irán: un golpe quirúrgico con la bomba antibúnker más poderosa del mundo
La operación fue confirmada por el Pentágono e involucró el uso de la GBU-57A/B sobre una instalación subterránea estratégica cerca de Natanz. Irán acusa a Estados Unidos de violar su soberanía y promete represalias.

Washington D.C. – En un movimiento militar sin precedentes en los últimos años, el gobierno de los Estados Unidos confirmó en la madrugada de este domingo el lanzamiento de una bomba GBU-57A/B Massive Ordnance Penetrator, conocida como la más poderosa bomba antibúnker no nuclear del mundo, contra un objetivo subterráneo iraní en las inmediaciones de la ciudad de Natanz.
El ataque fue llevado a cabo por un bombardero estratégico B-2 Spirit, que despegó desde una base aérea en la región del Golfo Pérsico. Según fuentes del Departamento de Defensa, el objetivo era una instalación militar secreta supuestamente utilizada para enriquecimiento de uranio fuera del control del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
“Se trató de una acción preventiva, basada en inteligencia precisa, destinada a neutralizar una amenaza inminente para la seguridad internacional. No se trató de una declaración de guerra, sino de un acto quirúrgico para preservar la paz global”, declaró el vocero del Pentágono, general Charles Donovan.
¿Qué es la GBU-57?
La GBU-57A/B, desarrollada por Boeing, es una bomba guiada por GPS de más de 13 toneladas (30,000 libras) diseñada para perforar estructuras profundamente fortificadas. Su capacidad de penetración supera los 60 metros de concreto reforzado, y puede destruir búnkeres nucleares, silos de misiles o centros de mando bajo tierra.
Su uso es reservado solo para situaciones de extrema gravedad, dada su capacidad destructiva y la precisión con que actúa sobre blancos protegidos.
“Es el tipo de arma que solo se emplea cuando otros medios son ineficaces o cuando el tiempo apremia. Su impacto es devastador, pero quirúrgico”, explicó el analista militar Joseph Holloway, del Instituto Brookings.
Reacción inmediata de Irán
El gobierno iraní respondió con dureza, calificando el ataque como un “acto de agresión directa y cobarde”. El ministro de Relaciones Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, aseguró que Irán responderá con firmeza y presentará una denuncia formal ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
“Estados Unidos ha cruzado una línea roja. Nuestra soberanía ha sido violada y nuestra respuesta será proporcional. Irán no se arrodillará”, sentenció.
Hasta el momento, no se ha confirmado si hubo víctimas mortales, aunque medios iraníes aseguran que al menos 12 miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) estaban presentes en el sitio del impacto.
Reacciones internacionales
La comunidad internacional ha reaccionado con inquietud. La Unión Europea ha hecho un llamado a la contención y al respeto del derecho internacional, mientras que Rusia y China condenaron el ataque y lo calificaron de “provocación peligrosa”.
Israel, por su parte, expresó su respaldo total a la acción estadounidense, aludiendo a la amenaza que representa el programa nuclear iraní. Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos también elevaron su nivel de alerta militar.
Contexto: una región en llamas
Este ataque se produce en un momento de alta tensión en Medio Oriente. La guerra en Gaza, los conflictos en Yemen y Siria, y los recientes ataques a buques en el estrecho de Ormuz han convertido a la región en un verdadero polvorín. Con esta acción, Estados Unidos busca reafirmar su posición de fuerza, pero también corre el riesgo de desatar una espiral de represalias.
Expertos en seguridad internacional advierten que el uso de la GBU-57 podría escalar el conflicto a niveles impredecibles, involucrando a actores regionales como Hezbolá, Hamas o grupos insurgentes chiitas en Irak y Siria.
¿Qué viene ahora?
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha convocado una sesión de emergencia para discutir la situación. Mientras tanto, el Departamento de Estado de EE. UU. ha elevado su alerta para embajadas y ciudadanos en países de Medio Oriente.
Las agencias de inteligencia occidentales vigilan posibles respuestas cibernéticas, ataques con drones o acciones asimétricas por parte de Irán o sus aliados.
El uso de la GBU-57 marca un punto de inflexión en el equilibrio de poder en la región. Aunque se trata de un arma de precisión, su impacto político, militar y humanitario puede ser profundo. El momento exige diplomacia, moderación y vigilancia extrema para evitar una guerra a gran escala.
Redacción Internacional | El Veedor Digital
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