Opinión

Impacto de los tumultos geopolíticos en la economía de RD

En un mundo globalizado, las dinámicas geopolíticas tienen un impacto directo en las economías, incluso de países pequeños como la República Dominicana. Los conflictos actuales, como la guerra entre Ucrania y Rusia, el conflicto entre Israel y sus enemigos en Medio Oriente, y las tensiones en el mar del sur de China, están afectando los mercados internacionales de energía, alimentos y comercio, con efectos inevitables en nuestra economía.

Uno de los principales efectos que la guerra en Ucrania ha tenido en la República Dominicana es el aumento del costo de los alimentos y la energía. Ucrania es uno de los mayores exportadores de cereales y Rusia es un actor clave en el suministro de petróleo y gas a nivel mundial. Como resultado, el conflicto ha provocado una subida en los precios del trigo, el maíz y el gas natural, productos que la República Dominicana importa en gran medida. Aunque el gobierno ha implementado medidas para mitigar el impacto, como subsidios temporales al combustible, el encarecimiento de estos productos afecta la inflación interna, golpeando particularmente a los sectores más vulnerables de la población.

El conflicto en Medio Oriente también tiene implicaciones para la República Dominicana. Israel y Palestina han sido puntos focales de tensión durante décadas, pero la creciente inestabilidad y la intervención de actores como Irán y grupos militantes impactan las cadenas de suministro globales, especialmente en lo que respecta al petróleo. Aunque la República Dominicana no depende directamente del petróleo de esa región, cualquier fluctuación en los precios internacionales del crudo se refleja en el mercado local. Además, los conflictos prolongados podrían desestabilizar aún más el comercio global, lo que aumentaría los costos de transporte de mercancías y afectaría los precios en productos esenciales.

Otro aspecto que no debe subestimarse son las tensiones en el mar del sur de China. Este cuerpo de agua es una de las rutas comerciales más transitadas del mundo, y las tensiones entre China, Taiwán, y otras naciones regionales como Filipinas, Vietnam y Japón, presentan riesgos para el libre flujo del comercio internacional. La República Dominicana, aunque no está geográficamente cercana a esta región, se vería afectada si se produce una interrupción significativa en el transporte marítimo, ya que muchas de las mercancías que importa y exporta pasan por estas rutas o dependen de los precios internacionales que estos conflictos podrían inflar. Un aumento en los costos de los productos tecnológicos y manufacturados, que a menudo provienen de Asia, también afectaría el bolsillo dominicano y podría influir en la inflación.

En términos de turismo, que es un pilar clave de la economía dominicana, los tumultos geopolíticos pueden influir de manera ambigua. Si bien los conflictos en Europa y Medio Oriente podrían llevar a una reducción del turismo en esas regiones, algunos turistas europeos o israelíes podrían buscar destinos más seguros como el Caribe. No obstante, la inestabilidad global también podría generar una reducción en la confianza del consumidor, lo que llevaría a menos viajes internacionales y una caída en los ingresos turísticos en la isla.

Finalmente, debemos considerar el impacto en la inversión extranjera directa (IED). Las empresas multinacionales son altamente sensibles a la incertidumbre geopolítica. Las crisis internacionales podrían hacer que los inversionistas reevalúen sus prioridades, optando por postergar o redirigir sus inversiones. La República Dominicana, que ha estado tratando de atraer IED en sectores como la manufactura y las zonas francas, podría enfrentar una mayor competencia de otros países en desarrollo que también buscan atraer esos fondos limitados. En un contexto de inseguridad económica global, es más probable que los inversores adopten una actitud conservadora, lo que limitaría el crecimiento del país.

En conclusión, aunque República Dominicana no es un protagonista directo en los conflictos geopolíticos actuales, los efectos económicos de estas tensiones globales ya se están sintiendo en la isla. El gobierno y el sector privado deben estar preparados para enfrentar desafíos de precios, suministros y comercio que vienen con estos conflictos. En este contexto, es vital reforzar la autosuficiencia alimentaria, diversificar las fuentes de energía y asegurar que la economía siga siendo atractiva para la inversión, a pesar de la incertidumbre global.

Fuente: Guillermo Julián Jiménez 

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