¿Por qué tenemos que poner atención a las elecciones de EE.UU.?
La relevancia de Estados Unidos en la economía dominicana: Elecciones presidenciales y el futuro de las relaciones bilaterales.
La relación entre República Dominicana y Estados Unidos es un pilar fundamental para el desarrollo económico dominicano. Esta nación es el principal destino de las exportaciones dominicanas, el mayor emisor de turistas, una fuente crucial de inversión extranjera directa (IED) y el principal emisor de remesas, que son esenciales para muchas familias dominicanas. En un contexto de elecciones presidenciales en EE.UU., en las que se enfrentan Kamala Harris por el Partido Demócrata y Donald Trump por el Partido Republicano, se subraya la necesidad de que República Dominicana mantenga relaciones sólidas con la potencia norteamericana, independientemente del resultado electoral.
Exportaciones y comercio bilateral
El comercio con EE.UU. constituye el 78% de las exportaciones dominicanas, destacando productos como dispositivos médicos, tabaco y artículos manufacturados, que impulsan la economía de zonas francas en el país. Estas zonas generaron ingresos por más de US$4,965 millones en la primera mitad de 2024, apoyando un crecimiento económico que se proyecta en un 5.1% para este año, según el Banco Central dominicano y otras instituciones financieras internacionales. Además, el Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana y Centroamérica (DR-CAFTA) ha sido vital para la expansión de oportunidades de exportación, reforzando la competitividad dominicana en el mercado estadounidense.
Turismo: Una piedra angular de la economía
El turismo proveniente de EE.UU. representa más del 60% del total de visitantes a República Dominicana, una actividad que ha aportado notablemente al crecimiento del sector servicios, con un incremento de un 8% en los últimos meses. En 2024, se espera que unos 8.6 millones de turistas visiten el país, generando empleos y apoyando negocios locales. La implementación de un nuevo Acuerdo de Cielos Abiertos entre ambas naciones, firmado en agosto de 2024, pretende ampliar las conexiones aéreas, facilitando aún más la llegada de turistas y el flujo de capital.
Inversión extranjera directa y remesas
Estados Unidos también es el principal inversionista en República Dominicana, con proyectos que abarcan desde infraestructura hasta energía y apoyo a pequeñas empresas. Por ejemplo, la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de EE.UU. (DFC) ha facilitado préstamos por $200 millones para apoyar a microempresas y emprendedores dominicanos. Adicionalmente, las remesas, cuyo origen es en su mayoría de Estados Unidos, representan una inyección crucial en la economía doméstica dominicana, aliviando a millones de hogares de bajos ingresos.
Elecciones presidenciales en EE.UU. y el desafío de mantener relaciones sólidas
Con las elecciones estadounidenses a la vuelta de la esquina, la relación entre ambas naciones enfrenta un nuevo escenario de incertidumbre. Tanto Kamala Harris como Donald Trump ofrecen visiones diferentes en política exterior y comercial. Harris representa una posible continuidad de políticas de cooperación y apoyo al desarrollo en América Latina, mientras que Trump, conocido por una visión más restrictiva en temas de inmigración y comercio, podría implementar medidas que afecten sectores claves como las remesas y el comercio.
Independientemente de quién ocupe la Casa Blanca a partir de 2025, el desafío para República Dominicana será continuar fortaleciendo esta relación económica y política. La colaboración continua en sectores como el turismo, las exportaciones y la inversión es fundamental para la estabilidad económica del país. República Dominicana debe buscar construir puentes sólidos, promoviendo políticas que se adapten a las necesidades mutuas y generen beneficios compartidos, manteniendo una postura diplomática que resguarde sus intereses económicos ante posibles cambios en la administración estadounidense.
Los retos que el próximo presidente de EE.UU. tiene frente a América Latina
El próximo presidente de Estados Unidos enfrentará varios desafíos importantes en su relación con América Latina, una región clave para la seguridad y economía estadounidense. La migración será una prioridad, especialmente con respecto a Centroamérica y la frontera con México. Si Donald Trump ganara las elecciones, es probable que adopte políticas restrictivas, incluyendo posibles deportaciones masivas y mayor presión sobre países como México para controlar el flujo migratorio. Kamala Harris, por otro lado, podría seguir el enfoque de Biden, que ha buscado reducir la migración a través de inversiones en las «causas raíz» de la migración, como el desarrollo económico y la seguridad en la región.
El crimen organizado y el narcotráfico, particularmente en países como México y Colombia, también serán temas clave. Estados Unidos podría intensificar la colaboración en seguridad con estos países, en un intento por controlar el tráfico de fentanilo y otros narcóticos. Trump es más propenso a una política de mano dura, mientras que Harris podría priorizar enfoques de salud pública junto con la cooperación en seguridad.
Además, la influencia creciente de China en América Latina será una preocupación. El próximo presidente tendrá que decidir cómo competir con el poder económico y político que China ejerce en la región, apoyando inversiones en infraestructura y energía, y ofreciendo alternativas financieras atractivas a los países latinoamericanos. Este aspecto es crucial para proteger los intereses estratégicos de EE.UU. en un contexto donde China y Rusia buscan profundizar su presencia en América Latina.
Por último, el cambio climático también requerirá atención. Si Trump ganara, probablemente limitaría el compromiso de EE.UU. en iniciativas climáticas, mientras que Harris podría intensificar esfuerzos para apoyar energías limpias y proyectos de sostenibilidad en la región, promoviendo acuerdos multilaterales en esta materia.
Por Guillermo Julián Jiménez
El autor es abogado y MBA
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