Xi Jiping en Francia ‘para desatascar’ tensiones con la Unión Europea
Tras una escalada de tensiones entre la Unión Europea y Pekin, Xi Jiping llamó este lunes a su pais y al bloque europeo a reforzar su coordinación estratégica
La entrevista a Felipe Debasa, director del máster en Unión Europea y China de la Universidad Rey Juan Carlos, para analizar la visita de Xi Jinping a Francia.
La visita de Estado de Xi Jinping durará dos días y además coincide con la celebración de 60 años de relaciones diplomáticas entre los dos países. Recordemos que Francia fue el primer país europeo en reconocer a la China de Mao Zedong. No es gratuito que Xi haya escogido empezar por Francia esta visita, porque las relaciones con la Unión Europea no son las mejores en este momento con Pekín. ¿Cuál es su lectura sobre lo que puede cambiar o fortalecer esta visita?
Es muy importante que el propio presidente Xi Jinping haya venido. Los que se dedican a la política china saben que le gusta muchísimo las conmemoraciones, los aniversarios. Son excusas para dar una muestra, entre otras cosas, de afecto. ¿Por qué es importante? China empezó a limar asperezas con los Estados Unidos mandando a unos jugadores de ping pong. Los altos estadistas norteamericanos vieron la oportunidad de empezar a limar asperezas.
Por lo tanto, hay una simbología en el hecho de que el propio presidente Xi Jinping haya ido a Francia. ¿Qué coloca encima de la mesa? Hay un problema importante con el vehículo eléctrico. China quiere ser potencia en ese sector y las empresas chinas juegan con cierta ventaja en relación con otras empresas, como las francesas en este caso.
Esas ventajas son a veces denunciadas por Europa, que quiere jugar con las mismas reglas del juego. La Unión Europea no está en el mejor momento en las relaciones con China y el presidente Xi Jinping está buscando un socio estratégico dentro del propio bloque. China tiene muy claro el concepto multipolar y global del mundo y no quiere enfrentarse a la Unión Europea.
Xi llamó a su país y a la Unión Europea a reforzar su coordinación estratégica y a convertirse en socios. ¿Qué sería en concreto?
La Unión Europea tiene grandes logros. El más importante es tener el mayor periodo de paz después de la Segunda Guerra Mundial. Europa tiene una estructura jurídica fuerte y unas instituciones sólidas pero desde fuera del mundo esto se ve como algo complejo.
Lo que sí que ha interpretado el presidente Xi Jinping es que el presidente Macron puede ser un socio o un aliado en esta labor estratégica o geoestratégica dentro de la Unión Europea de primer nivel para desatascar asuntos o temas que la propia República Popular de China necesite.
El presidente Macron dijo que se debía tener, en el plano comercial con China, un comportamiento respetuoso, pero de defensa de nuestros intereses, de reciprocidad y de seguridad nacional. ¿Siempre hay una mirada defensiva frente a China?
Estados Unidos tiene un modelo cultural muy claro, que ha sido visto por muchos expertos como un elemento de soft power. En medio de África, de la Europa más incomunicada y se encuentra algún tipo de Coca-Cola, que representa la esencia de Estados Unidos.
Por otro lado, los chinos tienen muy claro que ellos tienen su cultura, son una potencia demográfica, son el 17 o 18% de la población y preservan sus valores culturales.
Respecto al tema del comercio, estamos hablando de una potencia mundial, de un socio geoestratégico global y que, por tanto, su modelo económico favorece a muchas empresas chinas frente a las empresas europeas.
El presidente Xi Jinping repite hasta la saciedad que el mundo es global, que el mundo es multipolar, que todos los países tienen que entenderse sin intermediarios. Xi quiere dejar muy claro que ellos no interfieren en terceros países a nivel político, a nivel comercial sí.
Sin embargo, con la coyuntura de la guerra entre Rusia y Ucrania, Xi Jinping es como una ficha con la que los europeos intentan jugar. El presidente Macron llamará de nuevo a que trate de mediar para que Putin ponga fin a la guerra en Ucrania. China fue primer país que presentó un plan de paz que luego fue ahogado en Europa rápidamente en cuestión de horas.
Es algo que hemos esperado muchos: que el presidente chino, por su fortaleza institucional, intentara poner freno al conflicto de Ucrania. Pero claro, no toda la Unión Europea está de acuerdo. De hecho, el presidente Xi va a visitar dos países que en cierta manera son algo rusófilos. No se va a querer comprometer con esa postura de no interferir en terceros países. Mi opinión personal es que no va a suceder.
Fuente: rfi
Deja tu comentario