Internacional

Sudáfrica invitó a Putin a la cumbre BRICS pese a la orden de arresto de CPI

La ministra sudafricana de Relaciones Internacionales, Naledi Pandor, confirmó hoy que su país invitó al presidente ruso, Vladimir Putin, a participar en agosto próximo en la cumbre del grupo de economías emergentes BRICS, pese a la orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) contra él.

«El presidente Putin es uno de los líderes de los BRICS y está invitado a la cumbre, aunque pienso que la orden (de detención) de la CPI es un motivo de preocupación», declaró Pandor a los periodistas en Pretoria, durante una visita oficial a Sudáfrica de los reyes de Bélgica, Felipe y Matilde.

Como Estado miembro de la CPI, Sudáfrica, que acogerá ese agosto en Durban (este) la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del bloque, está obligada a cooperar en el arresto de Putin, después de que ese tribunal de justicia internacional emitiese el pasado viernes una orden de detención contra el mandatario ruso por presuntos crímenes de guerra.

«Debemos tener una discusión con el gabinete (del Gobierno sudafricano) para decidir cómo actuaremos», señaló la ministra de Exteriores, cuyo país ejerce este año la presidencia rotatoria de los BRICS, al indicar que ese debate ocurrirá cuanto antes.

La titular de Exteriores hizo ese comentario después de que Rusia afirmara hoy que confía en que Sudáfrica garantice un trabajo eficaz para todos los países y sus representantes, incluidos los líderes, en la cumbre.

«He mencionado en otras ocasiones el problema del doble rasero en los asuntos globales. Existen muchos otros países que han estado involucrados en guerras, invasiones de territorios, asesinatos de personas y arrestos de activistas, pero ninguno de ellos han sido llamados por la CPI», añadió Pandor.

Ademá, la jefa de la diplomacia de Sudáfrica destacó que «parece que, si eres poderoso y disfrutas de un estatus particular en la comunidad internacional, puedes escaparte y esto nos preocupa porque oscurece la objetividad de la CPI como un árbitro justo».

En junio de 2015, el Ejecutivo sudafricano se vio en una situación parecida cuando el entonces presidente sudanés, Omar Al Bashir, sobre el que pesaba una orden de arresto por genocidio, crímenes de guerra y de lesa humanidad, asistió a una cumbre de la Unión Africana (UA) en Johannesburgo.

Pretoria alegó que no podía arrestar a Al Bashir debido a su inmunidad diplomática como jefe de Estado y le dejó aterrizar en el país, pero el mandatario regresó a Sudán en menos de 48 horas para evitar problemas con la Justicia, que, obedeciendo a la CPI, ordenó su detención.

La corte internacional decidió meses después abrir un procedimiento contra Sudáfrica por su falta de colaboración, pero en 2017 rechazó remitir la situación al Consejo de Seguridad de la ONU para proteger una futura cooperación con el país africano.

El país africano aseguró el año pasado haber adoptado una postura neutral sobre la guerra de Rusia contra Ucrania, y pidió diálogo y diplomacia para resolver el conflicto.

Esta posición no está sólo vinculada al papel estratégico político y económico que Moscú tiene en algunos países de África, sino también a motivos históricos como el apoyo ruso a los movimientos anticoloniales y de liberación del siglo XX, como la lucha contra el régimen segregacionista «apartheid» en el caso de Sudáfrica.

Brasil, Rusia, India y China crearon en 2006 el grupo BRIC, al que se unió Sudáfrica en 2010 añadiendo al acrónimo actual la letra ese.

Fuente: EFE

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