Opinión

CIRCO PARA LOS DESDICHADOS

Ecuador ya no es una tierra de paz. El noticiero se convirtió en reporteros de Notas Rojas. La gente se aísla en casa. No hay un lugar seguro para la protección y la seguridad. Bandas criminales asediaron poblaciones enteras por aire, mar y tierra. El país se ha convertido en un invitado de piedra antes de llegar a la participación.

El poder judicial posee un presupuesto que no puede ejecutar sin anunciar grandes cambios cualitativos en la administración de los tribunales. Tampoco pueden garantizar la devolución de los fondos corruptos descubiertos.

El presidente del Consejo de la Judicial organizó una huelga contra el poder ejecutivo y no había garantía de que hubiera un equipo estable de jueces idóneos.

El propio Presidente de la Judicatura parece haberse sumado a las “fuerzas democráticas” desestabilizadoras creadas por la Asamblea Nacional como parte del movimiento indígena y, sobre todo, a instancias del prófugo Presidente del desván de Bélgica (Rafael Correa). Ese mismo, que se pavonea como “Salvador de la Patria” o más descaradamente como un hombre que “Lucha contra la corrupción”, cuando en su periodo de Gobierno existió más de 50 casos de corrupción; y muchos de ellos, por no decir la gran mayoría, todavía siguen en la impunidad.

Otra pregunta que se hacen los ciudadanos es ¿Qué pasa con la Asamblea Nacional?

En su composición parecía más una comisión que fracasó, vaciló y perdió un año, que un cuerpo colegiado que origina las leyes favorables al desarrollo y bienestar de los ciudadanos.

Estos «legisladores chuecos» han obstaculizado la lucha contra el crimen al no crear o promulgar leyes para suprimir la corrupción. Le han atado las manos al ejecutivo al no proporcionarle documentos legales o leyes que busquen sacar al Ecuador del hoyo en el que se encuentra sumergido.

Al otro lado de la vía, encontramos ciudadanos en un estado de total comodidad, esperando que aporten soluciones para nosotros, los demás. Tal vez nosotros también queramos que el futuro se desarrolle mágicamente… También somos cómplices.

Como resultado de estos pensamientos, el gobierno no ve mejor estrategia que armar a los ciudadanos. Sin embargo, lo mejor que pudo hacer el Gobierno del Presidente Lasso es sin lugar a dudas retirar al inoperante Diego Ordoñez de la Secretaria de Seguridad.

Esperemos que, con la salida de Ordoñez venga de la mano la salida de Darío Herrera como Ministro de Transporte y Obras Públicas.

Ojalá que el Gobierno Nacional tome cartas en el asunto, y no salga con “En eso estamos”, frase favorita del Ministro Herrera.

Deja tu comentario

Otros Artículos

Botón volver arriba